El cantautor Alberto Cortez murió a los 79 años en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur, en Móstoles, en las afueras de Madrid. Dueño de un imponente caudal vocal, Cortez utilizó su vocación por el formato de la canción melódica para llevar a su estilo no sólo los autores del folklore sudamericano, sino también piezas donde musicalizó poemas del siglo de oro español – Quevedo, Góngora y Lope de Vega -, además de obras de Antonio Machado y Miguel Hernández. Su popularidad lo llevó a cantar en los 80 en el Teatro Argentino de La Playa y el Colón, como así también en el teatro de la Zarzuela. En una linea musical emparentada con lo testimonial y una delicada mirada para entender los asuntos de la vida creó un repertorio que lo acompañaría durante toda su vida como una inequívoca marca de identificación. Alberto Cortez trabajó también con Mercedes Sosa y con Estela Raval, fue definido como el cantor de las cosas simples, recibió a lo largo de su carrera incontables premios. Uno de los últimos, en 2015, fue una medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes de España.
Cuando un amigo se va, Mi árbol y yo, A partir de mañana, Te llegará una rosa, Callejero, En un rincón del alma
son algunos de esos títulos que todos recordamos y que le agradecemos.